Tenía un ojo medio cerrado desde niño y todos le temían porque parecía oscuro. La leyenda cuenta que había matado a su madre, pero nadie sabía detalles. Vivía solo y estaba obsesionado con la chica de enfrente, según dicen. De noche nunca nadie lo había visto, pero se oían ruidos aterradores y la casa largaba un olor especial, como a basura quemada. Le llamaban "el tuerto" y todos le temían.
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